¡¡ Peligro !! Racistas al volante

La Europa de los pueblos se descose día a día por cada una de sus costuras. En las últimas semanas son los inmigrantes los que están siendo utilizados como cortina de humo por los gobiernos demócratas de toda Europa. Esta semana no hablamos de Grecia, ni de Amanecer Dorado. Las malas noticias vienen de la Francia donde gobierna el Partido Socialista. El ministro de Interior, Manuel Valls, ha emprendido una cruzada contra los gitanos y rumanos defendiendo que sean expulsados de Francia por ser focos de mendicidad y delincuencia, además de no hacer ningún esfuerzo por integrarse. La culminación de esta política ha tenido lugar esta semana cuando han detenido a una niña kosovar durante una excursión escolar para deportarla junto a su familia.

Que este tipo de actuaciones vengan de un partido socialdemócrata es para asustarse. Más preocupante aun resulta que esta posición del partido socialista francés sea una respuesta a la victoria del Frente Nacional en unas elecciones regionales la pasada semana. Parece que la socialdemocracia europea ha decidido retirarse de la batalla de las ideas. ¿Para que preocuparse por articular unos programas de integración especiales para minorías? Como siempre, echemos la culpa de todo a los más débiles que es lo sencillo. Ironías de la vida, Manuel Valls, francés de nacionalidad es hijo de padre español y madre suiza. En fin, ya sabemos todos que si tienes una buena familia que te apoye, o con un bolsillo lleno, es mucho más fácil ser aceptado en otros países.

Otro socialdemócrata, esta vez español, comparte de algún modo las tesis de su correligionario francés. Nuestro representante en la comisión europea, Joaquín Almunia, también cree que los movimientos migratorios puede afectar a la seguridad de los países de la Unión Europea. Llueve sobre mojado, ya que la semana pasada el lobby de grandes empresas de España deslizaba que la tasa de paro es tan alta por la gran cantidad de inmigrantes que se encuentran actualmente en nuestro país.

Sin embargo, ninguna de estas grandes voces públicas hace análisis de las causas de estos flujos migratorios. Mientras que las tremendas desigualdades existentes entre países vecinos tienden a agrandarse, los recortes en políticas de cooperación internacional se suceden presupuestos tras presupuestos, a la vez que se aumentan los gastos en políticas de defensa y de cierre de fronteras, para personas, no para capitales.

Lamentablemente, España vuelve a ser un país de emigrantes. Tenemos ingenieros, enfermeros, médicos y otros muchos más titulados repartidos por toda Europa y el mundo. ¿Podemos permitirnos como sociedad poner trabas a los que vienen aquí buscando una vida más digna?

Y tú, ¿que opinas del tema?