Hace menos de dos semanas un cantante de rap griego, a la vez que activista de izquierdas, era asesinado por un miembro del partido neonazi griego. Por desgracia, no era el primer acto criminal que perpetraba esta banda, puesto que campan a sus anchas por ciertos barrios deprimidos de ciudades griegas, contando con la permisividad e incluso complicidad de algunos miembros de la policía griega. Sin embargo, parece que está vez la justicia ha tomado cartas en el asunto y ha detenido a los líderes del partido acusándolos de pertenecer a una organización criminal. Los hechos por los que se está procesando a la cúpula de este partido no son banalidades: extorsión, estructura paramilitar, etc … Entre todos los elementos incautados en las sedes del partido ha aparecido, oh sorpresa!! … una bandera con aguilucho.
Y es que en España, los neonazis también parecen campar a sus anchas y sin que la justicia parezca darse por enterada. En 2013 se han cumplido 20 años del asesinato de Guillem Agulló en Montanejos, a manos de un grupo de neonazis. Tras un juicio polémico sólo el autor material del asesinato fue condenado a 4 años de carcel, después de que el fiscal del caso se encargará de conseguir que los hechos no se consideraras como un asesinato político, sino solo como una pelea juvenil. Hoy, 20 años después la familia Agulló aun tiene que aguantar las amenazas de la extrema derecha valenciana. El condenado por el asesinato, pasó cuatro años en la cárcel, y cuando salió volvió a ser detenido en la operación Panzer por pertenencia a organización neonazi.
Por desgracia, el asesinato de Guillem no es la única muestra de la impunidad de la que parecen gozar los herederos ideológicos del franquismo. Y más preocupante aun, ocurre con frecuencia en días recientes. Después de la inhabilitación al juez Garzón, ha tenido que venir la justicia argentina a pedir el procesamiento de torturadores franquistas. ¿Que ha hecho nuestro gobierno y nuestra justicia? Esperar al momento oportuno para que la solicitud de la jueza argentina cayera en manos del juez apropiado y así evitar la detención de los tres personajes en cuestión.
Incluso la ONU ha tomado cartas en el asunto de la Memoria Histórica y ha pedido al estado español que incremente sus esfuerzos por derogar la ley de amnistía y juzgar en España las desapariciones forzadas. Sin embargo, esta noticia se ha dado a conocer el mismo día que ha salido a la luz una exposición sobre temática militar en el pueblo madrileño de Quijorna, donde se ha exhibido sin ningún pudor simbología franquista.
Por fortuna, hoy hay una noticia esperanzadora al respecto. La fiscalía del Tribunal Supremo ha admitido a trámite una querella para la ilegalización de algunas de estas asociaciones por incitar a actividades violentas.
Esperemos que la era de la impunidad haya llegado a su fin.
¿Donde nos equivocamos? 